Tal y como nos explica Eckhart Tolle, el ego es la fuente del sufrimiento. ¿Y en qué se basa para dar una respuesta tan negativa ante un término que tenemos tan idealizado?
Llevamos una vida apegada en exceso a nuestros pensamientos y a lo que creemos que son nuestras necesidades, respondemos a patrones heredados de nuestra familia y a patrones condicionados por la sociedad. De esta manera, estamos dando forma a una dimensión falsa y alineada como es el ego.
CUANDO NUESTRO EGO NOS DOMINA, NUESTRO VERDADERO “YO” SE ALEJA
Dicho concepto es como una ilusión, una fantasía, un personaje que se va creando y que pretende situarse por encima de lo demás. Cuando nuestro ego nos domina, la opinión que se tiene de uno mismo está distorsionada, el verdadero “yo” se aleja y el autoconocimiento se complica.
Las personas que viven dominadas por el ego están engañadas, se creen superiores y no ven la realidad. El ego necesita creerse superior para disimular su verdadero sentimiento de inferioridad
Una persona con ego no sale de los contextos que puede controlar, no querrá arriesgar en lo desconocido por miedo a recibir rechazos o críticas. Una persona que tiene una autoestima verdadera no tiene miedo a explorar lo desconocido porque las desaprobaciones de los demás las acepta y no le molestan. Aprovecha para aprender de lo que sale mal, sin dañar su valía personal.
Si nos dejamos dominar por el ego, nuestra identidad se creará dependiendo de lo que los demás piensen de nosotros y seremos unas marionetas en función de lo que la sociedad nos imponga.
Según el ego, tu identidad depende de lo que los demás piensen de ti. Por eso es tan importante no dejar que domine tu vida, porque si no serás como una hoja que se mueve al son del viento en base a lo que recibas del entorno.
NO NECESITAS ACEPTACIÓN EXTERIOR PARA SER FELIZ
Todas las necesidades de aceptación exterior no son más que ilusiones que tu ego te ha creado. No necesitas nada de eso para ser feliz, lo único que necesitas es que te que te focalices en la sencillez y humildad.
Si nos dejamos llevar por cosas como: las exigencias, las disputas absurdas, el perfeccionismo, las culpas o la avaricia, definitivamente, el EGO se convertirá en el asesino de tus SUEÑOS. Te alejarás más y más de tu verdadero yo, y será muy difícil que sepas profundizar contigo mismo y saber interpretar tus emociones.
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